Resumen
Todos no tenían dudas de que Johnan sería el mejor estudiante de la Academia. Después de todo, poseía un rostro bendecido por Dios, una personalidad amigable y tenía talento tanto en los deportes como en el mundo académico. Sin embargo, la posición la tomó alguien más. “Señorita Elena. Felicitaciones por su logro”. "Gracias." Elena, que ni siquiera parecía saber su nombre, era diferente. Ella no le dijo nada, aunque la mayoría de la gente habría aprovechado la oportunidad para hablar con él. "¿Tienes algo más que decir?" La autoestima de Johnan quedó destrozada cuando se dio cuenta de que ella no tenía idea de quién era él. A partir de ese momento, Johnan empezó a observar a Elena.