Resumen
El cliente habitual de nuestro servicio de entrega, Aizawa-san en la habitación 411, siempre lleva una cabeza de conejo... ¿Por qué lleva algo así en primer lugar? ¿Pervertido? Todos los días envía o recibe entrega pero no se le ve la cara y está casi mudo, no hay nada más aterrador que esto. Pero un día, todavía usando la cabeza de conejo, me agarró con fuerza del brazo, “G-gracias, te veré mañana…” Diciéndolo de una manera tan avergonzada. Mi corazón late tan rápido.