ritmo de harlem

Algunos atletas sueñan con el bling-bling, otros sueñan con las mujeres. Pero los sueños reales reflejan el deseo de ser el mejor. El sueño de poder coger la roca, conducir el carril y llevarla hasta el hoyo. Ese es Nate Torres, tildado como el que calienta la banca del equipo, simplemente tratando de tener esa oportunidad de alcanzar la fama y la gloria en la escuela secundaria. Cuando desperdicia su oportunidad de intentar formar parte del equipo de la escuela secundaria, lleva su sueño al único lugar que le queda... las calles.

Lejos del centro de atención y la gloria del baloncesto organizado, Nate Torres se descubre en una media cancha secundaria.

(Fuente: Tokyopop; en la edición de Tokyopop, los nombres de los personajes se han americanizado. Tooru Naruse se convirtió en Nate Torres, por ejemplo).

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Toru siempre había querido ser un héroe, el centro de atención, pero cada vez que intentaba algo nuevo, siempre se daba por vencido, pensando que no era lo suficientemente bueno. En la escuela secundaria ingresa al equipo de baloncesto. Como es habitual, acaba en el banquillo. El amigo de la infancia de Toru, Mizuki Kusuda, le inicia en el baloncesto callejero. Cuando Toru logra lanzar la pelota al aro en un partido contra Shu, el campeón de baloncesto callejero y miembro de “Three Men”, algo cambia en su interior. Se da cuenta de que “si tiene el coraje de llevar a cabo algo sin darse por vencido, su sueño se hará realidad”. Forma equipo con Sawamura, un fabuloso tirador de tres puntos, y gana más partidos de “3 contra 3”. La devoción de Toru por el baloncesto afecta a todos los que lo rodean y su equipo de baloncesto pronto ingresa a los juegos nacionales.