En la apartada isla de Rokkenjima, propiedad de la rica y poderosa familia Ushiromiya, comienzan a ocurrir misteriosos asesinatos como se describe en el epitafio de la Bruja Dorada Beatrice, cuya existencia ha sido negada continuamente por Battler Ushiromiya.
Cuando Beatrice no logra una victoria contra Battler, pierde la voluntad de continuar y se retira. Mientras Battler espera a que despierte, las brujas Bernkastel y Lambdadelta causan estragos en el tablero de juego y en el destino de aquellos en Rokkenjima. Cuando Battler vuelve a entrar al juego para recuperar el tablero para Beatrice, descubre que las circunstancias han cambiado.
En 1986, la detective Erika Furudo se unió a los habitantes de Rokkenjima, abordando los asesinatos desde una perspectiva "misteriosa" en contraste con el enfoque "antifantasía" y negador de la magia de Battler. Cuando comienza la investigación de Erika, salen a la superficie las consecuencias de las acciones pasadas de Natsuhi Ushiromiya con respecto a una oferta del jefe de familia, Kinzo.
