Amor y drogas dulces

Un día, no pude comer dulces y me debilité hasta el punto de que mi corazón casi deja de latir; hasta que conocí a alguien que podría fortalecer y prolongar mi fuerza durante un período de tiempo: ¡un pastelero!
Pero, después de la muerte de su novia, dejó de hacer dulces y abrió un café en su lugar, vendiendo el café más amargo de la historia.
Entonces, para salvar mi vida, ¡definitivamente me aseguraré de que vuelvas a hacer dulces!
Por favor, por favor ~