“Pensé que tu cuerpo se rompería esa noche, Ayase.” Una mañana, estabas allí cuando me desperté. Mi genial jefe me trató como a una niña, así que nunca pensé que me vería como una mujer. ¿Es este el comienzo de una historia de amor en la oficina un poco triste, agridulce y madura?
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